Cuento del Frigorífico

Cuento del Frigorífico

Un frigorífico Electrolux, ya mayor, escuchó una conversación de los dueños de la casa donde prestaba servicio de conservación de alimentos desde hacía 16 años:

–Manolo, estoy notando desde hace algunas semanas que el frigorífico no enfría como antes y el motor hace mucho ruido. Ahora que hemos cobrado la paga extra podíamos ir esta tarde (ya se había controlado el COVID-19) a dar un paseo, tomar un café y ver algunos modelos de frigoríficos.

–Estupendo, María, me parece muy buena idea, así lo haremos, después de comer vamos a dar una vuelta.

El frigorífico sintió un sudor caliente que le corría por el compresor,  se puso muy nervioso y se dijo:

–Horror!, pretenden dedicarme al abandono y me convertirán en un residuo…esto es el final!

Acto seguido, Electrolux llamo por teléfono a su primo, el Philips, que había pasado por su misma situación y le dijo:

–Primo, ¿como estás? hace tiempo que no hablamos. Su primo, muy contento por la llamada recibida, le contestó:

–Primo que alegría que me llames, ¿te pasa algo? Pues sí primo, estoy preocupado porque creo que me van a convertir en un residuo, creo que me abandonan.

–Ahhh, contestó Philips, me lo  imagino, como sabes yo ya pasé por eso. Y ¿como te fue primo?, dijo Electrolux.

–Pues primo, tuve mucha suerte porque mis dueños estaban muy concienciados con la conservación de la naturaleza y me llevaron a un sitio que se llama RECILEC donde me trataron muy bien, me curaron de la fuga de gas que tenía, me cambiaron las gomas de la puerta y me dejaron como nuevo.

Ahora estoy trabajando en otra casa, un poco mas pequeña, pero sigo enfriando los alimentos que me confían y están muy contentos conmigo.

No te preocupes porque  si, cuando entreguen a tu sustituto a ti  te  llevan a RECILEC,  si pueden curarte te curan y si no puede ser, te reciclan.

Te reencarnarás en ruedas de coches, ventanas para las casas, cable para un nuevo compañero o en una persiana de plástico. Además, las cosas que tenemos dentro que son malas para el medioambiente como el aceite y el gas lo llevan a sitios donde lo aprovechan como combustible, en caso del aceite, y el gas lo destruyen.

Seguirás siendo útil y la naturaleza lo agradecerá porque no habrá que seguir agotando los recursos de nuestro planeta.


Lo malo es que te pase como a mi cuñado, ENFRIATOR, que sus dueños, unos irresponsables, lo dejaron en la calle cuando llegó el nuevo y llegaron unos hombres malos que lo descuartizaron, se llevaron lo que podían vender en sitios sin escrúpulos, y el gas y el aceitelo soltaron a la atmosfera y la alcantarilla.

A ver si tienes suerte, primo, y te llevan a RECILEC! Muchos besos.

Y colorín, colorado… este cuento se ha acabado.

Leonardo Díaz Pineda